miércoles, 26 de junio de 2013

CAPITULO II


    
Los días pasaban algo lentos luego que el jolgorio y algarabía iban disminuyendo en la ciudad… Las mujeres de nuevo ocupaban el lugar que habían dejado vacío en sus hogares para ayudar en el frente y con la aparición de Christian Dior, revolucionando la industria de la moda con sus colecciones de combinación de cintura avispa y voluminosas faldas, poco a poco fueron recuperando la ilusión y el glamour de la coquetería en el herido París de la posguerra…

      Para Marrié la vida solo era la continuación de lo que ella siempre había hecho, cuidar de los tesoros que estaban prontos a salir a la luz desde el interior del lugar donde habían sido mantenidas secuestradas por las fuerzas ambiciosas de Hitler. Ella se  sentía conforme con la manera como los oficiales estaban tasando el inventario y propinando a las famosas colecciones el trato que ameritaban. Durante la guerra muchas obras españolas fueron trasladadas en 71 camiones rumbo a Ginebra para estar protegidas de los alemanes pero algunas obras de Velázquez, Goya, El Greco, Tiziano, Rubens, Rembrandt y de  artistas flamencos, no se salvaron de formar parte de la colección privada que los Nazis mantenían en el Museo francés y ahora Merrie las preparaba para ser devueltas a su lugar de origen luego que sus respectivos países resarcieran los daños propinados a sus museos.

     Pero no solo esta bella colección de obras de arte estaba siendo evaluada con minuciosa  intensidad. El Capitán Gregory no apartaba ni un momento la vista de los movimientos tenues y otras  veces felinos, que a veces, desde el interior de las prendas un poco mas femeninas. ejecutaba la encargada oficial del depósito del  Louvre.…y es que al pasar los días, Marrié había sido corroborada como la única encargada de velar por los tesoros del lugar y aunque trató de mantenerse al margen de cualquier situación que la contactara con el Capitán americano, no podía librarse del todo de su cercanía y de vez en cuando coincidían en espacio y lugar, estrechándose las distancias entre los dos.

-        Srta Marrié, si me permite me gustaría decirle que hoy está usted verdaderamente adorable…

     Jamás ella le devolvía una sonrisa porque no estaba interesada en cruzar palabras con el oficial que ella sabía muy bien un día cogería sus maletas y no volvería a verlo nunca mas…ella no estaba lista para volver a pasar por algo similar,…”los hombres que vuelan jamás permanecen en tierra mucho tiempo, Marrié”,  le dijo su madre aquella vez en la que ella puso su corazón en aquel piloto al que entregó todo lo que jamás pensó sería capaz de dar…esta vez no dejaría que otra pasión embriagara sus sentidos...ella ya no era tan débil ni tan ingenua….se lo repetía tantas veces como le hiciera falta, sobre todo cuando esa habitación se hacía tan pequeña que juraría podía escuchar el corazón del capitán latir desde donde estaba…

        Gregory sentía que cada vez los desplantes de la chica le hacían perder el control,  a veces quería forzarla a que le mantuviera la mirada y que se diera cuenta que el no buscaba malas intenciones,  pero se detenía al ver esas largas piernas perderse bajo la falda amplia, con esa cintura que no lograba disimular el sweeter amarrado  alrededor del talle y que por el contrario pronunciaba mas…..el sabía que no tenia malas intenciones para con ella pero cuando la veía su mente solo podía sentir el deseo de no ser un caballero y por eso salía del lugar maldiciendo …y Marrié sonreía imaginando que su malhumor era debido a su negativa.

-        Marrié, necesito que vengas a la oficina-  dijo el director en tono muy serio

   La chica no tenía la mas mínima idea de cual era la gravedad del asunto pero la cara de su jefe era todo un poema

   - Marrié,  el Capitán Gregory y yo hemos estado haciendo unas averiguaciones en los últimos días y a pesar de haber registrado ya varios lugares, hemos llegado a la conclusión de que falta  una pieza francesa de arte medieval muy importante…. no podemos estar seguros si la obra ya salió del museo o por si el contrario la tienen oculta dentro del lugar

-        Pero señor….

-        Déjame terminar Marrié…no te responsabilizo de nada, no podías darte cuenta de lo que sucedía porque te asigné completar la valija de las obras  Españolas que vamos a devolver y la que ha desaparecido está en otra sala., por eso he decidido que para evitarnos problemas tú y el capitán se encarguen de investigar sin levantar sospechas donde se encuentra   "Les Belles Heures du duc de Berry"

     De inmediato Marrie abrió la boca y levantó las cejas en actitud de sorpresa

-        Así me sucedió a mi cuando me enteré de lo que había desaparecido…esa obra ricamente pintada por los hermanos De Limbourg, para el Duque  de Berry es la misma que fue robada a Maurice de Rothschild durante la ocupación nazi  aquí en Francia. No quiero, ni me atrevo a pensar  que ahora que la hemos recuperado de los alemanes se vuelva a perder….además, es una de las piezas principales para la recaudación de  fondos, ya el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Ha hecho una buena oferta….

 Marrié trató de negarse aduciendo exceso de trabajo, poco tiempo, cualquier motivo, pero antes de eso el director administrativo salió del lugar

-        No te preocupes, chiquita, no pienso comerte…. Asi que no te asustes…

     Dicho esto el capitán soltó una carcajada y agarrando el picaporte de la puerta y haciendo un ademan de “las damas primero”  espero que la enojada Marrié saliera delante de el,.

Pasaron varios días sin que ella le dirigiera la palabra sino exclusivamente para cosas puntuales y referidas únicamente al trabajo… cuando el insinuaba ir a tomar algo, ella se disculpaba inventando cualquier excusa, por eso esta vez de nuevo él la había invitado

-        Marrie, que te parece si me enseñas un lugar en donde se puedan comer las mejores creppes..? No crees que ya es hora de ir limando asperezas?

-        Lo siento, Capitán….mi novio llega esta noche y tengo planes para pasarlo con el…

Esto era algo que el capitán no esperaba oír….jamás nadie la fue a buscar, ni vivía con nadie desde que su madre murió…él había averiguado sobre ella y nunca le mencionaron a un novio…lo peor era que se había dado cuenta que su interés por ella no era algo pasajero y este comunicado lo había hecho tambalear… Se levanto y tomó su gorra, se la coloco bajo el brazo y haciendo un ademan de despedida salió sin decir nada mas…

     Merrié sonrió….nunca pensó que esa respuesta podría ponerlo así…algo en su interior le genero una especie d alegría,..¿que se ha creído? Que puede venir y enamorar a cualquier chica y luego marcharse a su América?

-        Monsieur le capitaine s'est trompé avec moi…celui que croit-on qu'il est ?

        …sintió una especia de calor en sus mejillas…de repente se dio cuenta que últimamente estaba pensando mucho en el…

-        Ne rêve pas .. il partira

Al final de la tarde ella salió casi con los últimos rayos d sol, camino por las recién arregladas calles rumbo los campos Eliseos…le gustaba pasear por las Tullerias y despejar su mente… sus manos, dentro de los bolsillos de su cashmere para protegerlas del frio… su mirada, absorbiendo los últimos colores rojizos de ese día, el aire pegaba en sus mejillas, el cabello se movía libre bajo el sombrero de ala ancha…se sentía como una de aquellas imágenes que veía en el cine, y ella que no era de sentirse especial, esa tarde se sentía especialmente bella, exitosa, atrás quedaron los duros momentos, hoy de nuevo se sentía joven, mujer, y ……….sacudió la cabeza..

-        No!!…no voy a pensar en el…!!! dijo en voz alta

-        En quien no vas a pensar?

La voz atravesó si corazón cual diana certera…su cara se convirtió en un crisol ardiente, sus ojos abiertos se negaban a creer que el culpable de lo que le estaba pasando esos días se encontraba frente a ella

-        En quien no quieres pensar? En tu novio?

-        Eso no creo que de ningún modo sea problema suyo

-        Te hacia a estas horas en brazos de tu recién llegado amor

    Ella tartamudeaba tratando de salir de esa situación embarazosa

     -         Es que…iba yo ahora….estaba temblando de frío

 -    Marrié, estas congelada, déjame invitarte un café…yo estaba tomándome uno en aquella terraza protegida del viento, cuando te he visto pasar tan cerca de mi que creí que me lo estaba imaginando…me aceptas por favor algo de beber?

      Realmente se estaba congelando, pero no era el frio la que la inmovilizo y a la vez la estremecía por dentro, era el saber que su corazón había brincado de emoción al verlo..

-        Si…tan solo dijo

-        Mademoiselle…….


lunes, 24 de junio de 2013

CAPITULO I


Corren los años 40, el mundo se agita entre una guerra mundial que ya va dejando muchos muertos en cada uno de los países involucrados…Muchas historias de amor se tejieron desde entonces entre las mujeres y hombres que participaron en esa contienda, oficiales y enfermeras, coterráneos y aliados o enemigos, pero esta historia es algo diferente.

A mi me la contaron y no se realmente si es cierta o no, pero no pude menos que escucharla atentamente como cualquier historia de amor en tiempos de cólera…Empezó justo con el desembarco de Normandía, el 6 de Junio de 1944, cuando los aliados liberaron París y entre los que llegaron se encontraba un oficial del ejército americano perteneciente a una compañía a la que llamaban Monuments Men, porque su misión era salvaguardar los monumentos y las obras de arte de los países que estaban por ser liberados ya que los nazis habían ejercido un expolio sistemático de las obras de arte así como evitar que  los mismos soldados aliados cometieran atropellos contra ellas, mas sobre todo su principal misión era investigar el paradero de las obras de arte robadas por los nazis durante esos años de guerra.

Por otro lado, durante la guerra, una muchacha francesa experta en arte trabajaba en un anexo del museo de Louvre donde los nazis almacenaban la mayoría de las obras que mayormente habían robado a los judíos. Ella no era una traidora, ya que durante los 4 años de ocupación alemana trabajo con ellos para recabar información que luego transmitía a la resistencia francesa que luchaba por la liberación de su pueblo pero aparte de eso también la movía su amor por el arte….Los nazis muchas veces dudaron de su lealtad y a punto estuvieron de ejecutarla pero al final logro con astucia convertirse en una pieza clave para ellos ya que conocía el inventario de todo lo que existía. Por eso, al final realmente ella había sido una especie de heroína…

Agosto de 1944..es aquí donde se sitúa el tiempo de nuestro relato. Al llegar el Capitán de la compañía a París, lugar que conocía de por si muy bien porque muchas veces antes de la guerra había estado relacionado con los museos, de inmediato se pone en contacto con el director de los museos franceses y entre el director del Louvre y él,  se genera una relación de camaradería

Mientras tanto, la francesita que había trabajado con los alemanes no lo pasó bien en un principio ya que fue confundida con aliada de los nazis al negarse a que profanaran el anexo del museo de Louvre donde se guardaban todos los tesoros robados. Los franceses la tomaron como una pronazi, por una traidora, pero el actual director del museo que también trabajaba con la resistencia demostró que ella trabajaba en secreto para ellos con la misión de salvaguardar lo que pudiera de los tesoros nacionales y le pidió como un favor personal que siguiera trabajando como su mano derecha en el museo para de esta manera impedir que se pudiera profanar el lugar.

Un día fue inevitable el cruce de miradas, o como dirían los poetas, la conjugación de planetas no se hizo esperar. Los dos personajes de esta historia se encontraron por primera vez frente a frente, y aunque una corriente eléctrica sacudió sus cuerpos al saberse nada indiferentes, los modos un tanto autoritarios del capitán americano no intimidaron a la señorita parisina que le impedía el paso hacia el recinto de recuperación aún a sabiendas de que éste le mostraba la documentación que lo acreditaba con toda la autoridad para entrar.

-        Lo siento Capitán…usted bien puede mandar en sus hombres pero yo aquí soy responsable de este lugar y sin hacer mis investigaciones nadie puede entrar aquí ni con la bendición del Santo Papa.

Esto era algo que no se esperaba el oficial americano y haciendo un gesto de disgusto, mientras hacía un ademán de despedida murmuró en inglés palabras que pensó la “petit mademoiselle” no entendería…

-        Capitán, antes que siga le puedo contestar en 7 idiomas….

Y diciendo esto cerró la puerta....y abrió una nueva historia.

…esto fue solo el principio…